Ley Sinde, perder mucho y ganar poco

Ley del pobre, trabajar mucho y ganar poco

Así una y otra vez, siempre ha sido así.
Pero ya sabemos que si puede ir peor, irá peor y el pobre lo tendrá peor a partir de ahora. En contrapartida, con la aprobación de la ley Sinde, las multinacionales ganarán un poco más y los grandes artistas, las estrellas, tambien, al menos eso dicen ellos. Y los que ganan, tienen poderosas razones para apoyar a las organizaciones que a su vez han propuesto la ley y estan invirtiendo esfuerzos titánicos en su empeño, hasta el punto de asistir atónitos a un acuerdo entre PSOE y PP. Cielos!!, ¿que está pasando? Me permiten sospechar?
Al parecer, si se aprueba la ley, peligraran las actuales webs dedicadas a las descargas, y todo será un poco más incómodo a los usuarios de las nuevas webs de descargas, es decir, seguirá habiendo consumo pero será más difícil acceder a los camellos.

Por otro lado, nadie está muy seguro de que los creadores lleguen a beneficiarse realmente, o al menos no todos. De entre los creadores de obras (otros dirán "productos") culturales, sólo los que venden muchísimo o generan una demanda de escándalo, sacarán tajada, el resto continuará llegando como pueda a fin de mes y contemplando cómo la organización a la que ha confiado sus derechos de autor, no sólo enriquece a sus directivos con sueldos anuales que un compositor de guitarra no ganaría en cinco vidas o da un trato injustamente diferenciado según sea la aportación, sino que además, al artista sencillamente pobre se le limitan los canales de difusión de su obra reventando p.e., su bolo de verano en un hotel para turistas alemanes en Malgrat o a partir de ahora cerrando una web de descargas.

Ha sido costumbre en nuestra cultura y en nuestra historia relegar, marginar, deportar, desahuciar, robar, engañar, asesinar y enterrar en el olvido al artista sencillamente pobre. Ha sido tambien costumbre agasajar, alabar, loar, sobrevalorar hasta lo grotesco, recordar y beatificar al artista sencillamente encumbrado, a las estrellas, a las divinidades, ahora, además, éstas han aumentado en número. Cientos, qué digo cientos, miles y miles de divinos pululando por el mundo, gracias a que la tv, las nuevas tecnologías o internet los han llevado a sitios más lejanos, diversos y numerosos y les ha dado a conocer.
Ahora quieren obligarnos a todos a consumir sus excesos, sus grandes producciones, sus tiradas de centenares de miles de copias de sus discos compactos, o sus DVD's, soportes que por inadecuados carecen ya de sentido para sus consumidores. Me temo que llegan tarde, pero ellos verán lo que hacen. Podría decir que me importa un pimiento, pero es que ya estoy muy cansado de que se rían de mi, de sentirme estafado pagando por nada a quien no hace nada, he sido engañado demasiadas veces como para no mirar con cinismo todo este empeño en perseguir las descargas, no puedo creer en una ley que sólo va en una dirección, que sólo vela por determinados intereses, no puedo creer en unos políticos que siguen apostando por los de siempre y recortan la libertad a los de siempre. Pero siempre quedará una guitarra con cuerdas en algún rincón para tocar lo que sepa y me dé la gana.


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